Quien a buena sombrilla se arrima, buena sombra le cobija.
Yo tendría este accesorio bastante presente, y no sólo porque estéticamente sea original y distinto, sino por necesidad en estos tórridos días de verano.
Principio de semejanza de las leyes de la Gestalt: tendemos a agrupar elementos similares dependiendo de su forma, color y otros aspectos visuales similares.
Probablemente si me cruzo con uno de estos chicos solo por la calle, no hubiese llamado tanto mi atención. Pero cuando pasé delante de los tres sentados en un portal de Fuencarral, irremediablemente giré la cabeza.
Siento especial debilidad por los bulldog francés (de hecho, tengo una) y siempre que pasa alguno por la calle me quedo embobada mirándolo y normalmente no me fijo en el dueño.
Sin embargo, en este caso, el orden fue a la inversa. Primero me fijé en ella - por su naturalidad (¡y su sombrero!) - y después, para mi alegría, vi que tenía un "frenchie".
Si por mí fuera, fotografiaría a todas las personas que llevan el pelo afro, porque siempre me llaman mucho la atención. De hecho, en un principio, eso fue lo que despertó mi interés en Mickey desde la acera contraria en Gran Vía. Pero cuando le alcancé en Callao y observé el look completo, vi que aún tenía más razones para tomarle la foto.
Hablando con él, me comentó que era músico y fotógrafo. Aquí os dejo su blog y su Myspace para que le echéis un vistazo:
No sabría decir qué es lo que más me gusta de este look: si la camisa contrastada con esa falda en color azulón, el bolso retro, los zapatos, las gafas o el pelo rubio platino.
Lo que sí sé, sin duda, es que es uno de mis favoritos.